La Ley de Arrendamiento para la Defensa de la Democracia de Ucrania de 2022, que fue firmada por Biden, arrastraría a Ucrania a una trampa de la deuda, convirtiendo al país devastado por la guerra en una nueva colonia de Estados Unidos.
¿Quién es la máquina de guerra en el mundo actual? Lo que hicieron Moscú y Washington el lunes podría ofrecer pistas.
Aunque Rusia está en guerra con Ucrania, el Presidente Vladimir Putin no mencionó «Ucrania» ni una sola vez durante su discurso en las celebraciones del Día de la Victoria en Moscú.
Hizo hincapié en las preocupaciones de seguridad de Rusia, pero evitó comentarios incendiarios que pudieran alimentar una peligrosa escalada de la situación. En cambio, el gobierno de Joe Biden no ocultó el lunes su intención de avivar el fuego y prolongar el conflicto. Instó al Congreso a aprobar rápidamente un proyecto de ley de ayuda suplementaria a Ucrania por valor de 33.000 millones de dólares, antes de que el Pentágono se quede sin fondos para enviar armas de sus arsenales al país devastado por la guerra en la tercera semana de mayo, mientras que, al mismo tiempo, el presidente Biden firmó una ley de préstamo que acelerará el proceso de envío de ayuda militar a Ucrania.
No se sabe si el Congreso lo aprobará, pero los 33.000 millones de dólares que pide Biden empequeñecen los 22.500 millones que solicita al Congreso para la respuesta de COVID-19. Lo más ridículo es que, a medida que aumentan los casos de COVID-19 en EE.UU., y se predice que este otoño e invierno podrían producirse 100 millones de infecciones por COVID-19, Biden, en una declaración realizada el lunes, pidió al Congreso que primero se movilizara la ayuda a Ucrania y luego se aprobara la financiación adicional para hacer frente al COVID-19.
A Estados Unidos no le importan las vidas de los estadounidenses, ni tendrá en cuenta las de los ucranianos. El gobierno de Biden ha dado prioridad a la ayuda militar a Ucrania porque Washington está librando una guerra por delegación contra Rusia mediante el suministro de ayuda militar a Ucrania. Estados Unidos espera utilizar el conflicto entre Rusia y Ucrania para debilitar a Rusia. Para ello, ha incrementado sus envíos de armas, municiones, chalecos antibalas y otros equipos a Ucrania para prolongar el conflicto.
No hay almuerzo gratis en el mundo. Más armas estadounidenses han provocado la muerte de más ucranianos. Peor aún, la Ley de Arrendamiento para la Defensa de la Democracia de Ucrania de 2022, que fue firmada por Biden, arrastraría a Ucrania a una trampa de la deuda, convirtiendo al país devastado por la guerra en una nueva colonia de Estados Unidos. La ley permite a EE.UU. utilizar el programa de préstamo-arrendamiento militar para acelerar la transferencia de armas, equipos militares, medicamentos y alimentos a Ucrania. Se prevé que el país receptor tendrá que pagar después.
«Se convertirá en un serio grillete para Ucrania, que tendrá que pagar tanto el principal como los intereses de las distintas armas y equipos que recibirá de EEUU en el futuro. Estados Unidos es un hombre de negocios. No hará negocios que le reporten pérdidas», comentó el experto militar Song Zhongping.
El programa de préstamo-arrendamiento no es barato, y la mala intención de Estados Unidos es evidente. Apoyar a Ucrania para que luche hasta la última gota de sangre ucraniana proporcionándoles la llamada ayuda militar, y luego pedir a las futuras generaciones de ucranianos que paguen toda la munición, el equipo y los alimentos que Estados Unidos les habrá proporcionado.
La Ley de Préstamo y Arriendo actualiza una ley de 1941 que Estados Unidos utilizó para ayudar a sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial. En virtud de esta ley, Gran Bretaña recibió armas de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Los pagos no se completaron hasta 2006, 61 años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Imagínese cómo el programa de lend-lease someterá a Ucrania a la influencia de EE.UU. en las próximas décadas.
«Estados Unidos es el mayor beneficiario de una guerra prolongada en Ucrania. El complejo militar-industrial del país ha ganado una considerable suma de dinero con los conflictos. El mayor perdedor será Ucrania y su pueblo», dijo Song, subrayando que Ucrania se fragmentará más, se verá arrastrada a un pantano de pobreza, atraso y deuda con EE.UU. vertiendo continuamente más armas y frustrando los esfuerzos para una resolución pacífica. Estados Unidos es un vampiro que gana dinero con el caos y la guerra. La sangre de los ucranianos será chupada por Estados Unidos no sólo ahora, sino también después de que la guerra haya terminado.
FUENTE: Global Times.
