Texto: Dante Reyes Marín
No es algo que sorprenda a nadie señalar que cualquier chileno conoce a cabalidad lo que es un movimiento telúrico, y que millones han vivido uno o más terremotos.
Lo que no es conocido, es que las actividades extractivas podrían estar intensificando la actividad sísmica en ciertos lugares y que, de ser correcto lo que afirma la periodista alemana Gaby Weber, incluso el terremoto de Valdivia de 1960, el más grande en el mundo desde que existen los sismógrafos, habría sido fruto de la macabra obra humana.
En su libro “Los expedientes Eichmann: Los archivos desclasificados que revelan su relación con el sionismo, la guerra fría, la bomba atómica y el engaño sobre su secuestro en la Argentina”, la investigadora germana afincada en Buenos Aires, sostiene que el relato oficial israelí sobre el secuestro del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann en Argentina es falso y que en realidad fue creado para cubrir pruebas atómicas estadounidenses en la Patagonia.
“La versión del secuestro heroico del (servicio secreto israelí) Mossad no puede ser cierta. Técnicamente era imposible de realizar y contradecía intereses políticos y económicos del gobierno de (el primer ministro de Israel David) Ben Gurión. También está claro que los Estados Unidos llevaron a cabo durante la moratoria pruebas nucleares clandestinas en la Argentina Si hubieran sido publicadas el Pentágono habría sido inculpado por el terremoto de Valdivia”, afirma Weber, doctora en filosofía dedicada a la investigación periodística por cuatro décadas,
Transcurrido más de medio siglo desde aquella gran catástrofe, el asunto pareciera quedar en el olvido, por el transcurso del tiempo y los intereses políticos, pero una nueva y creciente técnica extractiva, el Fracking, trae a la memoria los hechos ocurridos en el sur de Chile en 1960 y el fantasma de nuevas catástrofes.
Necesario es recordar que el fracking es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo a través de la perforación de un pozo a más de 2500 metros de profundidad y a través del cual se inyecta agua mezclada con productos químicos a gran presión y con el propósito de generar fracturas en la roca.
Y Javier Grosso, geógrafo y docente de la Universidad del Comahue, en el sur argentino, explicó a Izquierda Diario que desde que comenzó el desarrollo masivo de la explotación no convencional de hidrocarburos con el método del fracking o hidrofractura, zonas en las que no se tenía ningún registro de sismos, comenzaron a temblar.
El científico explicó que sin llegar a ser una relación totalmente directa y específica, sí hay una relación regional y temporal entre los yacimientos que han pasado a desarrollo masivo de hidrofractura, y la aparición de los sismos. Previo a noviembre de 2015 en la región no se habían registrado sismos. A partir de 2011 comienzan a aparecer pero con una frecuencia muy baja. Hacia fines de 2018 y hasta marzo de 2019, coincidiendo con el desarrollo masivo en la zona, los sismos comienzan a aparecer con una frecuencia de repetición casi diaria.
Señaló además este geógrafo y docente de la Universidad del Comahue, que el Instituto de Prevención Sísmica (INPRES), el organismo oficial encargado de registrar y publicar los sismos en Argentina, sólo publica los sismos de mayor intensidad a 2,5°. Y que algunos miembros de INPRES han reconocido que existe mayor cantidad de sismos, pero estos no han sido publicados ya que media un acuerdo de confidencialidad con la Provincia (de Neuquén). Este acuerdo lo que aduce es la no publicación de datos hasta ser analizados junto a la Provincia, el IAPG (Instituto Argentino de Petróleo y Gas), y el CONICET.
En este caso patean los primeros resultados de investigaciones hasta la instalación de los 26 sismógrafos que tienen planteados, por lo que las primeras publicaciones podrían llevar 2 o 3 años. Eso no es bueno para el acceso a la información porque ya con 2 sismógrafos instalados acá ellos son los que tienen mejor instrumental para captar, registrar y publicar los sismos, destacó el científico.
El pasado mes de noviembre, la BBC informó que el gobierno británico anunció que suspenderá la extracción de gas mediante fracking por temor a que este método pueda inducir terremotos.
La suspensión, que se establece de forma indefinida, ocurre después de la publicación de un reporte de la Autoridad de Gas y Petróleo de Reino Unido (OGA, por sus siglas en inglés), que señaló que no es posible predecir la probabilidad ni la magnitud de un sismo causado por esta práctica.
En el sur de Argentina y Chile, en cambio, la técnica está en plena vigencia
