Rey Juan Carlos I y Álvaro Uribe Vélez: Intentaron acallar a Hugo Chávez y no pudieron, hoy presos o prófugos por corrupción

Daniel Villablanca para El Rodriguista. 5 de agosto 2020.

Y pasó lo que debería haber pasado hace ya mucho tiempo: Reventó el escándalo por la fuga de España del abdicado Juan Carlos I, debido a los múltiples actos de corrupción de este fiel servidor de los falangistas y heredero de Franco, debido a las múltiples acusaciones de corrupción que pesan sobre él. Y en nuestro continente, se ha dictado orden de detención al narcopolítico Álvaro Uribe Vélez, alias “varito matarife”.

Dos engendros de las oligarquías hispanoamericanas, dos ejemplos de lo peor que puede gestar la delincuencia y el crimen a nombre de las instituciones y que seguramente se discutirá largamente en estos días.

A las diversas crisis que afrontan los pueblos del mundo: la sanitaria, crisis económica, crisis de las instituciones, medioambiental, entre otras; se presenta como una muestra típica de cuan bajo pueden caer las elites por pretender mantenerse obteniendo beneficios en base a delitos y formas no éticas de gobierno y poder político.

Un rey maltrecho de salud; pero gozando de la caza de elefantes en Botswana junto a su amante, y haciendo negociados aprovechándose de su investidura.

Más cerca, en Colombia, el “matarife” manejando el narcotráfico, amparando paramilitares y siendo uno de los principales gestores de los afanes golpistas en Venezuela.

Y es en este punto que estos dos personajes se reúnen y mezclan. Ellos han sido la punta de lanza en contra del proceso popular en la patria de Bolívar.

Desde hace ya muchos años, con el presidente Hugo Chávez vivo, pudimos ver y conocer de los esfuerzos de estos personajes para doblegar a un pueblo que busca la soberanía e independencia. Pudimos conocer de las gestiones realizadas en cuanto evento internacional les tocó encontrarse, para debilitar las posiciones del comandante Chávez en gestar una verdadera unidad de pueblos, y permitir que la revolución bolivariana expresara en esos foros lo que los luchadores sociales y políticos del continente, necesitaban decirle a los poderosos y sus patronos imperialistas.

No lograron acallar al militar bolivariano ni doblegaron al pueblo soberano de Venezuela.

Hoy, esas alimañas, intentan ocultarse y pretenden que el juicio de la historia y los tribunales no les enrostre lo viles y corruptos que han sido.

Pero para todos llega la hora, y esperamos que esta vez se cumpla el veredicto que está escrito hace tiempo para los que pretenden trancar las ruedas de la Historia.

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