Esto ocurre hoy en Colombia. El genocidio ordenado por Duque-Uribe con la complicidad de los norteamericanos y el silencio de la comunidad internacional. Hay que levantar la más amplia solidaridad con el pueblo colombiano que lucha y resiste. Son las mismas oligarquías criminales en los países latinoamericanos. Son los mismos que mantienen los pueblos en la pobreza y la explotación y ante sus reclamos responden con la muerte, la desaparición, la tortura y la prisión.
