Máximo Constanzo. Centro de Estudios Francisco Bilbao.
Hay hambre, nadie lo podría negar, salvo una pequeña fracción de chilenos fanáticos del neo-liberalismo que piensan que todo es obra el comunismo criollo (ver por ejemplo, los censuradores de las proyecciones lumínicas en el edificio de Telefónica, en Santiago).
Son 2,5 millones de cajas con un costo aproximado de 30 mil pesos cada una, que anunció el gobierno en su “plan canasta” para aplacar el hambre.
Las canastas llegarían según Piñera al 70% de las familias chilenas, luego fue corregido por uno de sus ministros, en una acto de magia, dijo que era el 70% del 40% más pobre, es decir algo así como el 28% de las familias (1), luego volvio a corregir ya que son de las comunas en cuarentena. Parece chiste pero no lo es. Hay que ver a que se refieren con familias porque en una casa suelen coexistir muchos hogares (allegados, arriendos, sub-arriendos, etc).
¿Que empresas están como los primeros proveedores? Según La Segunda del 22 de mayo, se habían adjudicado 450 mil a tres empresas: Alvi, filial de SMU (la compañía supermercadista del grupo Saieh), 50 mil cajas por un valor total de $1.700 millones; Compañía Sudamericana, 150 mil por $5.250 millones y Llacolén, empresa radicada en Concepción, por 250 mil cajas por un precio total de $8.749 millones. (Huele a negocios empresarial, como en el terremoto, pero hay que tener más datos)
El Diario Financiero titulaba una crónica “Anuncio de entrega de alimentos se convierte en un dolor de cabeza para el gobierno” (2) y asegura que la gente se agolpó en algunos municipios para buscar su caja. Según el diario, Piñera habría aclarado que se entregará a domicilio. Este fin de semana se están entregando algunas canastas como una prueba piloto, la metodología no está clara, pues hasta ahora los medios de comunicación no han registrado de forma concreta, donde llegó, a quien llegó, con qué criterios se entregaron, etc. Los medios de comunicación le dan crédito a la versión del gobierno y como este gobierno miente y miente mucho, todo es nebuloso. Sería mal pensado imaginar que comenzo la campaña electoral.
Dudas razonables.
¿Las canastas son la mejor forma de ir a en ayuda?
Muchos, incluso gente ligada o con contacto con la élite política lo han puesto en duda, como el presidente ejecutivo de América Solidaria, Benito Baranda: “La mejor fórmula es que tú transfieras rápidamente recursos a las familias que están enfrentando esto. Y no solo a los de extrema pobreza, ya que aquí hay un grupo grande de familias que habían salido de la pobreza, desde el punto de vista de sus ingresos, y que volvieron a ella producto de la detención de la actividad económica, que se ha prolongado por cerca de seis semanas en muchos sectores” (3).
El senador Francisco Huenchumilla (DC), cuestionó la cifra de 17 mil millones de dólares de recaudación tributaria: «Yo no sé de dónde saca esa cifra». Cuando se discutió la reforma tributaria «se habló que iba a dar dos mil millones de dólares. Ahora dice 17.000 millones, o sea ocho veces más del rendimiento que nos iba a dar la reforma», dijo a CNN Chile.
En esa línea, agregó que «sería bueno que el Gobierno explicara de dónde sacó esa plata (…) el Presidente dice que va a repartir caja de alimentos, me produce mucha duda y mucha desconfianza». (4)
El segundo piso de La Moneda, con el refuerzo de Rodrigo Ubilla (5), pensó que publicitariamente entregar cajas de alimentos es más visual (mas fotos, más tiempo en la TV), que entregar otros 30 mil pesos (valor de la caja) al 70% de “familias” del 40% más pobre. Además pueden estar varias semanas mostrándose por aquí y por allá con la iniciativa.
También la nunca bien ponderada ex presidenta Bachelet criticó que las canastas «parece que son escasas comparativamente para la situación. Es clave generar mecanismos de protección social» (6).
Sebastián Piñera ha respondido con: “Pueden que falten elementos en esta canasta, pero no sobra ninguno, porque hemos concentrado en los elementos más esenciales para la vida de las familias chilenas” (7)
Lo que está claro que la canasta a parte de las dudas que genera, en gasto, distribución, transporte, mecanismo de ayuda y otros, es una canasta que según un análisis del Centro de Estudios Francisco Bilbao, solucionaría la comida – sin carne, ensaladas y frutas- para una familia de 5 personas por solo una semana (8) y bueno, la pandemia lleva meses.
En redes sociales también está la crítica de qué papel juegan las fuerzas armadas, usadas hasta ahora, mayoritariamente, en materia de represión (presencial y activa). Es un contingente humano no menor que debería cumplir un papel en la logística, tanto en armado, transporte, entrega (que podría abaratar costos) y por ende la plata empleada por el Estado (que es de todos los chilenos) podría implicar muchas más cajas.
Pero este gobierno es así, para ellos, en especial el presidente hay dos cosas esenciales, es parte de su ADN: La publicidad y las oportunidades de negocios.
8.- Análisis de la canasta familiar CEFB
