La burguesía, sus acuerdos y las luchas del proletariado

En el año 1871, durante La Comuna de Paris las burguesías alemanas y francesas llegaron a al acuerdo de liberar a casi 200.000 soldados franceses, prisioneros de la guerra franco-prusiana, para que retornaran al ejército francés y que juntos a tropas del ejército prusiano, fortalecieran el sitio a la Ciudad de Paris con el objetivo de aniquilar a la Primera Revolución Proletaria del mundo; La Comuna de Paris, que en palabras de Marx y Engels, “era, esencialmente, un gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política al fin descubierta que permitía realizar la emancipación económica del trabajo”, que “se llama dictadura, porque la clase trabajadora dicta y escribe su propio destino en la lucha en contra de la dictadura de la clase burguesa”.

En La Comuna de París nace “La Internacional”, el himno de todos los trabajadores del mundo y también por primera vez en la historia el movimiento obrero mundial, flameó la Bandera Roja de todos los trabajadores del planeta y de la República Mundial, como la designó en un decreto. Marx, expresó, que “el viejo mundo se retorció en convulsiones y rabia ante el espectáculo de la Bandera Roja, símbolo de la República del Trabajo, ondeando sobre el Hotel de Ville”. 

La Comuna de Paris, apenas nacida, fue abatida y sangrientamente masacrados sus comuneros por los ejércitos unidos franco-alemanes y apoyados por toda la “comunidad reaccionaria europea” de entonces.

Casi medio siglo más tarde, durante la convulsionada, agitada y revolucionaria Europa de post guerra, la recién nacida República Soviética de Hungría, fue atacada por ejércitos de sus países vecinos y del reino de Rumania. El acuerdo y objetivo de las burguesías de los países atacantes, apoyados por la misión militar de Francia era el de aniquilar a la Revolución húngara.

En esa guerra, los países imperialistas de la Entente bloquearon y aislaron a la Revolución húngara, que junto a las acciones armadas y al trance de los Ejércitos Rojos de Rusia y Hungría, que no pudieron unificar sus fuerzas y combatir juntos al enemigo, contribuyeron de forma definitiva a la derrota de la Revolución Soviética Húngara.

La burguesía, para cumplir con sus fines, adecuan su proceder en la guerra de acuerdo a la coyuntura y como regla general emplean tanto los medios armados como los no armados. Utilizan ambos al mismo tiempo o por separado, los adaptan en conformidad a las intenciones y necesidades requeridas, para el logro de sus objetivos. Es por eso, que el acuerdo imperialista, para invadir y aniquilar a la Revolución Rusa, integrado por catorce países de la “comunidad internacional” de entonces, de los cuales destacan, Gran Bretaña, EEUU, Francia, Italia, Canadá, Australia, Polonia y Japón, incluyó el componente militar, que fue la invasión y el  no armado; el sitio, el bloqueo político, económico y financiero, el aislamiento y la congelación, al punto de que ningún gobierno del mundo podía aceptar el oro soviético en forma de pago, sin entrar en conflicto directo con las potencias imperialistas aliadas, que hacían la guerra a la Revolución Rusa.

La invasión de “la comunidad internacional” de entonces, comenzó en el verano de 1918 y solo finalizó a finales de 1920, cuando los países invasores, constataron su fracaso, y derrotados volvieron a sus países de origen. Fue la primera gran victoria de una Revolución Proletaria triunfante.

Winston Churchill, ministro de Guerra y Aire de Gran Bretaña,  uno de los artífices de la invasión y anticomunista empedernido, a quien Lenin señaló como “el mayor adversario de la revolución rusa” expresó años después, que “los aliados no estaban en guerra con Rusia, pero sí, proveían de armas a los enemigos de la revolución rusa, hundían sus buques de guerra, buscando la caída de su Gobierno y disparaban a los soviéticos apenas los veían,…., pero en guerra no estaban”.

La Europa de postguerra, devastada y en profunda crisis social, política y económica, fue para muchos revolucionarios alemanes, señal inequívoca de organizar la Revolución, que también inspirados por la Revolución rusa, la hicieron estallar en noviembre de 1918. El primer número del periódico, “Bandera Roja”, del Consejo de Obreros y Soldados, proclamó: !Viva la República alemana de los trabajadores!  ¡Viva el bolchevismo mundial!  ¡Viva el socialismo!.

El acuerdo entre el gobierno contrarrevolucionario socialdemócrata de F. Ebert con la burguesía, los grupos afines al Kaiser y el Comando Militar Supremo de Alemania, fue el de aniquilar a las fuerzas revolucionarias de obreros y soldados insurrectos.

Bajo las órdenes del gobierno socialdemócrata, las bandas paramilitares antibolcheviques “prenazis”, de los “freikorps” y fuerzas regulares del ejército alemán, aplastaron el Levantamiento Espartaquista, asesinando también a sus dos brillantes lideres, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht.

“El facismo surge en el mundo precisamente después de la Revolución de Octubre; el facismo surge como un instrumento contra el marxismo-leninismo”. Fidel

Hace un siglo, que surgió el facismo, diseñado y organizado, para destruir a las fuerzas revolucionarias del proletariado y aniquilar cualquier intento de realizar una nueva Revolución Bolchevique. Nació en la Italia de post guerra, como la alternativa final de la burguesía al percatarse de que la “democracia de las elecciones”, ya no servía a los intereses de los grandes dueños de la industria y del agro. Surgió, para defender el sistema capitalista como la última y desesperada forma de defensa del Estado dictatorial burgués.

El facismo es la cara de la burguesía, cuando la careta de la democracia y la libertad deja de ser útil a sus intereses.

Los capitalistas italianos por primera vez en la historia de la humanidad utilizaron al facismo y a su organización paramilitar terrorista de los camisas negras, que cargados de violencia y estupor, fueron los encargados de combatir las luchas de los trabajadores, utilizando también, la intimidación, la amenaza y el asesinato de dirigentes y lideres proletarios.

La excreción del facismo, fue copiada en muchos países y por todos los continentes del mundo, pero su emulación, solo fue superada en creces por el nazifacismo alemán, que fue su máxima expresión de organización y ejecución de la crueldad y perversidad en defensa del estado capitalista.

Después del autoatentado de incendio del Reichstag en 1933, los nazis con hitler a la cabeza se hicieron del gobierno en Alemania e iniciaron el mayor y atroz genocidio conocido en la historia de la humanidad, después del perpetrado en América por los conquistadores y colonizadores ibéricos y anglosajones. Los nazifacistas acusaron a los comunistas de haber incendiado el Reichstag e inmediatamente por decreto, les persiguieron tanto a ellos como a todos los opositores al régimen nazi, creando los primeros campos de concentración, para comunistas, socialdemócratas, sindicalistas, cristianos, gitanos y homosexuales, etc. En 1938 los nazis abren por primera vez también, campos de concentración, para eliminar judíos, incluyéndoles en la matanza.

La segunda guerra mundial, como la continuación de la repartición del mundo, no acabada en la primera guerra mundial o la “guerra imperialista de los espacios vitales”, comienza el 1 de septiembre de 1939 con la invasión de Polonia por el ejército nazifacista alemán. En octubre del mismo año con Polonia ocupada por los nazis, hitler declara, que la guerra será una lucha racial, para purificar Polonia de “subhumanos”, como polacos, judíos y gitanos.

El “espacio vital” (Lebensraum), fue la carta ideológica de presentación del nazifacismo, para justificar sus afanes imperialistas de expansión territorial, su racismo y anticomunismo visceral. El objetivo militar y político principal de los nazifacistas alemanes, era la aniquilación de la Unión Soviética, el bolchevismo y los pueblos eslavos, que en la doctrina nazifacista alemana, implicaba reducirles al “mínimo biológico”, concepto, que según el nazismo, significaba, que los eslavos solo debían saber escribir sus nombres, contar hasta quinientos y obedecer órdenes en el idioma alemán. Todos iban a ser deportados más allá de las montañas Urales.

La Alemania nazi en su política de alianzas, apoyó a Italia facista con su versión propia del “Lebensraum” – spazio vitale, para satisfacer sus necesidades territoriales, expandiéndose más allá de sus fronteras nacionales y también al Imperio de Japón y su “Lebensraum” – hakkō ichiu, que dice, que el gobierno imperial divinamente había sido ordenado, para expandirse hasta unir al mundo entero.

En junio de 1941 hitler afirmó, que con la invasión a la Unión Soviética estaba llevando una guerra de exterminio ideológico contra el régimen bolchevique y racial entre pueblos arios y pueblos

“subhumanos”. El objetivo de los nazifacistas era el de “cumplir con su destino cultural” de construir su propio “espacio vital”, aniquilando a los pueblos “eslavos inferiores” de Rusia, Polonia, Ucrania, checos y otras naciones no arias.

La expansión territorial del “espacio vital”, fue en todo orden una guerra de expansión imperialista, que desataron los nazis, para dominar el mundo y establecer un nuevo orden mundial con su Tercer Reich, y es la causa principal por la que W. Churchill se decantó por luchar en contra de hitler y no porque fuera antinazi o amante de la democracia y la libertad, sino por ser él un prolijo imperialista británico, que vio en la Alemania nazi, la amenaza y el rival, que podía destronar al Imperio Británico y su orden mundial.

  1. Churchill, antes de la guerra, en un diálogo con el embajador soviético en Londres, se expresó así: “…Hoy estoy persuadido de que el peligro más grande para el Imperio es Alemania, y por eso me he decidido en contra de Alemania,……… He sido y sigo siendo un adversario del comunismo, pero por la integridad del Imperio Británico estoy dispuesto a cooperar con los soviets”. Churchill, percibió que la Alemania nazifacista, era el peligro más grande, pero la Unión Soviética continuaba siendo un peligro, para el imperio británico. Y él como imperialista de tomo y lomo, anticomunista de pura cepa y por excelencia racista, tenía más que claro, que luchar en contra de Alemania por la permanencia del Impero Británico, era su prioridad, pero que si las circunstancias fueran otras, sin problemas seria pronazi, anti francés, anti todo lo habido y por haber, para salvaguardar al Imperio británico.

Pobre Churchill, tan cerca tenía a los nazis, tan próximas a las hienas de ultramar y tanta confusión juntó, que ni dolor experimentó, cuando las fieras se lo comieron vivo y de repente, el orden mundial del cual su imperio estaba coronado y que tanto defendió de la Alemania nazi, “zaspareció”, se lo quitaron los Estados Unidos y de regentes del mundo, pasaron a ser subordinados, rendidores de pleitesía y ejecutores de órdenes del nuevo patrón y dictador de las reglas del nuevo orden mundial.

Los cálculos anunciados por hitler, antes de invadir la Unión Soviética, decían que le bastaría al ejército alemán a lo más diez semanas, para aniquilar a los bolcheviques y rendir al pueblo soviético de “subhumanos”, condenado a la degradación “biológica mínima”, pero, para suerte de los humanos y la vida, la Unión Soviética y su formidable Ejército Rojo, de doctrina militar intachable y con una tecnología militar eficaz y superior a la del ejército facista, detuvo en las puertas de Moscú a más de 4 millones de soldados del ejército nazifacista, frenando la invasión de la “peste marrón”, que atentaba contra la humanidad.

Durante casi tres años el liderazgo de la Unión Soviética pidió y hasta reclamó a sus Aliados, la apertura de un segundo frente contra los nazis, y la razón no era menor, la Unión Soviética cargaba con mayor peso de la guerra. Con la apertura del segundo frente, la maquinaria de guerra facista se dividiría y se debilitaría.

¿Por qué los aliados abrieron el segundo frente recién el 6 de junio de 1944? ¿Por qué tan tarde? ¿Por qué no lo abrieron antes? ¿Si tenían todos los recursos y posibilidades? ¿Esperaban los países imperialistas aliados, que la Unión Soviética fuera derrotada por los nazis, al igual que el resto de países europeos? ¿Estaba en sus planes, que los nazis hicieran el trabajo que ellos no pudieron en 1918?  ¿Pretendían repartirse de la Unión Soviética y saquear sus riquezas?

Dicen, que dicen, que dijeron, que por ahí iba la cosa.

No abrir el segundo frente significaba en la práctica mantener todo el peso de la guerra en Rusia.  Las políticas, las tácticas y estrategias de clase dominante británica y norteamericana estaban dictadas por sus intereses de clase, y el retraso en la apertura del segundo frente significaba en la práctica mantener todo el peso de la guerra en Rusia. No lo abrieron antes porque calculaban, que el ejército nazi derrotaría a Rusia. No esperaban, ni creían, que el Ejército Rojo fuera a vencer a la maquinaria militar nazi y los millones de soldados que conformaban su ejército. Esperaban la derrota de Rusia y que la maquinaria militar nazi, quedara tan debilitada, que la alianza de EEUU y Gran Bretaña, fácilmente les derrotara. Querían matar a dos pájaros de un tiro; les salió el tiro por la culata.

Las victorias del Ejército Rojo en las batallas de Stalingrado y Kursk cambiaron el curso de la guerra; el Ejército Rojo pasó a la ofensiva. Fue a partir de esos triunfos, que los imperialistas occidentales comprendieron en toda su magnitud, la fortaleza, capacidad, el poderío humano y tecnológico y la invencibilidad del Ejército Rojo. Fue después de esas batallas, que comenzó la liberación de la Unión Soviética y de Europa.

Inaudito, inaceptable, no podemos permitir, que los bolcheviques lleguen hasta Madrid y derroquen a francisco franco, razonaron y recién entonces después de tanto tiempo, organizaron el desembarco en Normandía. Abrieron el Segundo Frente, conocido como el día D y popularizado por Hollywood, como el comienzo de la victoria del ejército estadounidense sobre los nazis, intentando con esa propaganda, dejar en el olvido el sacrificio y victoria del pueblo soviético sobre el nazismo.

La marcha liberadora del Ejército Rojo finalizó con la rendición incondicional de la Alemania nazi, ante el Mariscal Georgi Zukov, su Estado Mayor y con la Bandera Roja de la Victoria, flameando en el mismo Berlín.

No había pasado un año desde el fin de la guerra y Churchill ya mostró sus afilados colmillos, cuando en un discurso en EEUU, expuso el concepto de la “cortina de hierro”, exhortando a los norteamericanos a alcanzar el objetivo de preservar el mundo libre, añadiendo, que las dificultades, para conseguir la paz son múltiples, y que es ahí donde los pueblos de “habla inglesa” deben tener compromiso y fortaleza.

Stalin no se dejó esperar y contestó a las bravuconadas de Churchill, expresando, que parece haber desencadenado una guerra con su teoría sobre la raza, afirmando que solo las naciones de habla inglesa son superiores y que son las que están llamadas a decidir los destinos del mundo, y añade, que si él y sus amigos organizan una campaña armada,….. con entera confianza les decimos, que serán aplastados como cuando invadieron la Rusia Bolchevique, hace 27 años.

La guerra fría estaba servida y terminó con el derrumbe de la Unión Soviética y el campo socialista. VI

¿Y el Estado burgués? ¿Qué es?

El marxismo-leninismo define, que el Estado burgués, es el instrumento de dominación de la clase capitalista, para oprimir a la clase trabajadora, mediante la coerción y la fuerza, que emplea a través de destacamentos armados, que disponen de cárceles y otros elementos. Además centraliza su poder en la burocracia y el ejercito permanente. En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels explican que “el gobierno del Estado burgués moderno no es más que una junta, que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”.

En un Estado burgués de régimen “democrático tradicional o formal”, cada ciudadano, puede expresar su opinión y decir lo que quiere, pero solo eso, porque son los grandes monopolios y los bancos los que deciden lo que va a pasar.

En resumen, el Estado burgués es la dictadura de la clase capitalista sobre la clase trabajadora.

¿Y el imperialismo, que es? ¿Por qué el imperialismo?

Lenin definió, que “El imperialismo es la fase superior del capitalismo” y explica, que es el capitalismo altamente desarrollado y que su esencia económica es el monopolio y sus características principales son que:

1.- En la fase de desarrollo se implanta el dominio de los monopolios.

2.- La fusión del capital bancario con el industrial lleva a la formación del capital financiero.

3.- La exportación de capital, adquiere gran relevancia respecto a la exportación de mercancías.

4.- Las asociaciones de capitalistas internacionales se reparten el mundo.

5.- Se termina el reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes.

En consecuencia el imperialismo es la configuración superior del capitalismo y es el sistema e instrumento, que reúne los elementos necesarios, para mantener el modo capitalista de producción a nivel global en beneficio propio y utiliza la fuerza y la represión, para oprimir a los trabajadores del mundo. El imperialismo es la consolidación del capitalismo en su estado superior en forma y contenido, estructurado en “estado supranacional”, de configuración superior, de poder concentrado y extenso y más complejo en sus relaciones organizativas y de dirección, que el estado burgués, al que incluye.

El imperialismo como “estado supranacional”, centraliza su poder en la burocracia y en un ejército permanente reunido, para mantener su poder y es así, que tal cual un país cuenta con un Estado, organizado y estructurado, para reprimir a los trabajadores, el “estado supranacional”, cuenta con similares elementos, para oprimir y subordinar a los pueblos del mundo, y extender a otros países su hegemonía y concentrar el dominio del capital sobre el trabajo en el mundo.

El país contemporáneo, imperialista hegemónico de turno, recurre a la construcción de organizaciones y alianzas supranacionales burocráticas y militares, que le sirven, para el mantenimiento y control de su periodo de dominación hegemónica. Incluye en un nivel más bajo en la dirección e influencia global, pero sometidos a su poder y dominio a los países imperialistas perdedores de la última repartición del mundo. Todos ellos, más los países vasallos y serviles conforman la “comunidad internacional”.

Las estructuras, organizaciones e instituciones supranacionales de opresión creadas por el imperialismo, como por ejemplo la Organización de Estados Americanos, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Grupo Banco Mundial, los Tribunales Internacionales, la OTAN, la Organización Mundial de la Salud, organizaciones de medios de información tradicionales y digitales, redes sociales y otros elementos, sirven tan solo a los intereses del imperialismo en todos sus aspectos y en cualquier circunstancia.

El imperialismo norteamericano y sus lacayos de su “comunidad internacional”, paniqueados y desesperados, luchan hasta el “último soldado ucraniano” en la defensa de su orden mundial y lo hacen como mejor saben; le venden armas a Ucrania, asegurando que es la mejor manera de lograr la paz. Las más de 11.000 sanciones de todo tipo en contra de Rusia dirigidas a liquidar el Rublo, causar inflación, desgastar y poner de rodillas a Rusia, son el bumerang, que retorna en contra de ellos y que deja en evidencia su debilidad y clara desventaja frente a la superior Rusia, justamente porque ¡Sacaron mal las cuentas!, el imperialismo calculó mal, nunca tomó en cuenta, que la energía y las materias primas son su talón de Aquiles. Están de rodillas porque su economía es dependiente de Rusia, de su gas, petróleo y materias primas. Calcularon mal, al imperialismo yanqui y a la “comunidad internacional” le salieron mal los números y el “cálculo”, que hicieron, les salió como un tiro por la culata. Fracasaron, porque fallaron en todo lo que se propusieron.

Los EEUU y su “comunidad internacional” de lacayos, continúan con el típico fanfarroneo, que le caracteriza, ya no saben que inventar, para salir parados de la situación en la que se encuentran. Solo merendándose su arrogancia, orgullo, soberbia y luego firmen y confirmen ante Putin y sus generales, su rendición incondicional al Nuevo Orden Mundial Multipolar, podrían obtener algún tipo de beneficios como países imperialistas perdedores.

Están tan desesperados y perdidos, que su máximo representante Joe Biden culpa al líder ruso, Vladimir Putin de la inflación en su país y de la catástrofe alimentaria en el mundo. En América los lideres de los países progresistas plantean enterrar la organización supranacional de la OEA, que está a su servicio, en la Unión Europea hay países disidentes , que no comparten las políticas de sanciones de su organización, la OTAN se tambalea y muchos países ya comenzaron a comercializar sus productos sin la participación del dólar y del euro. Ya se ven y revelan las clásicas señales post mortem de su ya “zasparecida” gobernanza global.

El plan B de la “comunidad internacional”, está activo y es el de sálvese quien pueda.

La propaganda de la “comunidad internacional” de ayer y hoy, culpa al “general invierno” de sus derrotas, tanto en el frente ruso de principios de siglo pasado, como el soviético de la segunda guerra mundial, se avergüenzan de mostrar su miopía política e incompetencia militar, por eso, jamás resaltan la supremacía de los pueblos rusos y soviéticos, menos destacan el valor y decisión de los pueblos cubanos y vietnamitas, que también les propiciaron rotundas derrotas.

En invierno hace frio, y es frío, tanto, para los que allí viven, como para los otros que invaden. Los nazis, la “comunidad internacional” y Hollywood culpan al “general invierno” de la derrota de los nazifacistas, acusando de que no estaban preparados, para el invierno y nunca reconocieron abiertamente, que fueron derrotados por el pueblo soviético y su supremacía militar y de todo orden.

Los EEUU y la “comunidad internacional” ya preparan otro “general invierno”. Con esa lógica del

“general invierno”, tendremos, que la culpa de la derrota imperialista de Playa Girón en Cuba fue el “general calor”, en Vietnam, el “general humedad” y así siempre un extraño general, sacado del ejercito meteorológico, ganaba las guerras. Nunca fue la determinación y voluntad de los pueblos de ser libres, que unidas a su virtud militar, fue el general vencedor. Ya preparan, para su presentación al general culpable de la derrota en Ucrania.

Los EEUU, fraguaron el golpe de estado en 2014 en Ucrania, que fue el comienzo del plan de agresión, desgaste y aniquilación de Rusia. Engendraron al monstruo del nazismo y sus grupos militares, que a la postre asumieron la dirección del ejército de Ucrania. Bombardearon durante ocho años a las

Repúblicas Populares del Donbass, reprimieron a la ciudadanía de Ucrania de origen ruso, prometieron al gobierno ucraniano la entrada a la OTAN y todo su apoyo con el propósito de ampliar su poderío hegemónico unipolar, para someter a Rusia y por fin lograr saquear sus grandes riquezas, que desde siglos anhelan y quieren para ellos con toda su mezquina alma, para luego ir por China, subyugarla y mantener el poder y su “imperio” por “mil años”; el viejo deseo nazi.

Evaluaron que con sus “bloqueamientos”, aislamientos, congelamientos, “sitiamientos” y todos los

“…mientos”, que usan y que inventan iban a doblegar a Rusia. Prohibieron a Dostoievski, Pushkin, Chejov, la música rusa, a toda su cultura, quitaron de los menú a la ensalada rusa, al kéfir de los supermercados, a los deportistas les dejaron sin jugar al futbol y otros deportes. ¡Algo nunca visto ni experimentado en la historia de la humanidad! ¡Ni siquiera los nazis hicieron algo tan grotesco!

Todos esos “bloqueamientos” y los otros “….mientos” están dirigidos a arrodillar a Rusia, pero no pueden, y todo indica, que los imperialistas también son porrones, porque no hicieron las tareas; hace cien años atrás invadieron a la Rusia bolchevique y no pudieron con todos sus “….mientos” y derrotados con sus ejércitos de catorce países de la “comunidad internacional” de entonces, volvieron a sus casas con la cola entre las piernas, les pasó también antes a los suecos, a Napoleón y a los nazis. No aprendieron nada de sus fracasos.  Su derrota es inminente y obvia y lo terrible, para ellos es que no le pueden echar la culpa de su desastre al “general invierno”, como las veces anteriores.

La victoria de la Revolución bolchevique situó a Rusia en un país a contar en Europa y el mundo por el ejemplo emanado, el triunfo de la URSS sobre el nazismo puso a la Unión Soviética en el camino de una potencia mundial, tal cual la victoria de Rusia en Poltava en 1709 sobre el ejército sueco, la convirtió en potencia europea. Hoy con esta victoria en Ucrania sobre los EEUU y la “comunidad internacional”, vuelve a lo más alto del podio de la palestra mundial y todos tendrán que contar con Rusia, sí o sí.

VIII

El imperialismo estadounidense tal cual lo conocimos, las influencias y “pedazos“ de poder en el mundo de los países imperialistas vasallos y decadentes de la “comunidad internacional, se fueron al mundo del “chao pescao”, están de viaje por el país del nunca jamás volverán.

El Nuevo Orden Mundial, ya hace acto de presencia en la arena mundial y es multipolar. Esto no quiere decir que el imperialismo este muerto, está vivo y son otras fuerzas las que relevarán a EEUU y sus vasallos. Sin embargo por los campos de batalla se ven marchando con sus banderas rojas a los soldados, que luchan contra el nazifacismo. Las banderas de la Victoria flamean en lo más alto,

manifestando, que los proletarios están en la lucha. Son los combatientes de las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, que junto a los soldados del Ejército ruso, enaltecen el espíritu del Ejército Rojo, cuando avanzan con la Bandera Roja de los Comuneros de Paris, el estandarte de la Republica Mundial de los Trabajadores, que orgullosos portan.

Pase lo que pase e independientemente del resultado del conflicto armado en Ucrania, está claro, que el sistema capitalista continuará. La diferencia será que el orden mundial, dejará de ser unipolar, que dicho en otras palabras los EEUU dejarán de ser los amos, señores y gendarmes del mundo. El orden mundial, será definitivamente multipolar y eso con seguridad entregará oxígeno y espacios suficientes a Cuba, Venezuela, Nicaragua y a los pueblos del mundo, para consolidar sus procesos y accionar revolucionarios.

Fue en el año 1965 cuando Ernesto Che Guevara envía el mensaje a los pueblos del mundo el a través de la Tricontinental y hacia la siguiente pregunta: Y, a nosotros explotados del mundo, ¿Cuál es el papel que nos corresponde? Contestando más adelante en sus misiva dice que, “en definitiva, hay que tener en cuenta que el imperialismo es un sistema mundial, la última etapa del capitalismo, y que hay que batirlo en una confrontación mundial. La finalidad estratégica de esa lucha debe ser la destrucción del imperialismo”. Y el Che, nos dice también que: “podríamos mirar el futuro luminoso y cercano, si dos, tres, muchos Vietnam florecieran en la superficie del globo”

Solo los pueblos y los trabajadores unidos, luchando y golpeando todos al mismo tiempo al imperialismo, podrán tomar el cielo por asalto.

Eduen Tapias

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