Texto: Dante Reyes Marín
El Tribunal Oral Federal Número 5 (TOF5), rechazó un pedido de prisión domiciliaria elevado por la defensa del represor Alfredo Astiz, tristemente conocido como el Ángel rubio de la muerte.
El genocida, de actuales 69 años, cumple condena en la cárcel común de Ezeiza, y sus abogados fundaron la petición de prisión domiciliaria en su edad, que lo ubica en un grupo de riesgo frente al coronavirus, y a un cáncer de próstata que padece, además de hipertensión.
Sin embargo, los magistrados integrantes del Tribunal sopesaron para su negativa que el criminal y ex marino, destituido de la Armada por sus acciones, se encuentra “compensado hemodinámicamente, en buen estado de salud, afebril y sin intercurrencias clínicas agudas”.
Los jueces Daniel Obligado, Adriana Pallioti y Adrián Grumberg consideraron que la edad de Astiz y su pertenencia a la población de riesgo “no puede constituir un argumento de entidad suficiente como para modificar la modalidad de encierro”.
“En este caso, al menos hasta ahora, no se ha logrado demostrar ni cómo, ni de qué manera, la emergencia sanitaria de pandemia Covid-19 haya incrementado los riesgos personales del condenado Astiz, por lo que su pedido habrá de ser rechazado”, puntualizó el Tribunal.
Y el diario Página 12 destacó que los jueces también recordaron que las autoridades del Servicio Penitenciario Federal informaron mediante diversas comunicaciones oficiales la implementación de protocolos con el objetivo de asegurar el acatamiento a los estándares fijados por las disposiciones internacionales y nacionales para la prevención de la pandemia.
Alfredo Ignacio Astiz formó parte del Grupo de Tareas 3.3.2 que funcionaba en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) y por sus crímenes fue condenado a cadena perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua por la justicia argentina, pena que cumple, como otros represores, en una cárcel común.