Nuestras Esperanzas están en la Fuerza Popular en construcción

Nuestra patria y la lucha popular:

Nuestro país desde hace años, del 2000 en adelante, ha venido avanzando con altos y bajos, terminando con un profundo y prolongado periodo de repliegue, que viene de fines de los 80. Episodios como la “Revolución Pinguina”, el movimiento estudiantil del 2011, los alzamientos en regiones como Aysen y Punta Arenas. Los conflictos medioambientales como “Freirina”, “Caimanes” y la propia lucha del pueblo Mapuche, entre las más nombradas, son parte importante de las “Fuerzas Populares”, que al calor de estos momentos, hemos estado reconstruyendo fuerzas desde un necesario rearme político e ideólogico.

La Revuelta que llega el 2019, se manifiesta como una explosión masiva de la indignación de nuestros pueblos contra un enemigo que ha sabido mantener y manejar el poder de manera brutal por al menos los 32 años, después del término formal de la dictadura, con una política de sumisión, dispersión y disgregación, a través de la imposición de valores que son ajenos al mundo popular, que son las claves para la implementación de un sistema criminal y explotador por parte de la clase dominante. Este verdadero trabajo de “artista” ha desarrollado una “verdad colectiva” (término “foucaultiano”), en donde la injerencia del bloque en el poder ha consolidado un “enemigo interno”, enmarcado en el sujeto popular.

En este proceso que ha durado al menos desde la dictadura tenemos que asumir que las fuerzas revolucionarias han desdeñado a los sectores más desposeídos y marginados como sujeto importante de la lucha por los cambios, sectores que en dictadura salieron a las calles desde los territorios, con niveles de organización importantes, en las ollas comunes, los comprando juntos, la autodefensa y que la famosa “Democracia” los “devolvió nuevamente a sus casas”, incluso degradando sus espacios de desarrollo social, siendo confinados y recluidos a los “Guettos Periféricos”. Son un mundo popular capaz de pensar en los cambios, y que por décadas “imaginamos” que por el individualismo impuesto por la sociedad capitalista estaban anuladas sus capacidades de entender la necesidad de luchar y que solo estaban dedicados a consumir. Estos sectores colocaron en la mesa, tanto para el análisis teórico, como en los aspectos prácticos, variados condimentos, como la radicalidad producto de su vivir cotidiano vinculado a la violencia. Este sector ve la necesidad obligatoria de la solidaridad entre si, por el hecho de ser pobres y sin oportunidades de salir adelante en un sistema segregador que lxs encasilla en los caminos de supervivencia acordes a su vivir permanente. Hablamos de “instituciones” como el “Sename”, la cárcel, precariedad laboral, sin posibilidades de una vida digna para aquellxs en edad de jubilación y muchas otras situaciones que los afectan de una manera incluso más brutal que a la normalidad. Esta vida de supervivencia trajo consigo, nuevas formas de organización que salieron a la luz para la izquierda revolucionaria en el contexto de la revuelta popular, las llamadas “Barras Bravas” conscientes, las asambleas territoriales, las brigadas de salud, la “Primera Línea” tan amada como moda para algunxs y odiada el día de hoy. Las ollas comunes, las panaderías populares, que más que un símbolo en las actividades, se consolidaron como una necesidad de solidaridad popular, sobre todo en el tiempo de pandemia.

Como principio a una crítica y autocrítica, debemos destacar nuestra incapacidad en el papel jugado en estos años y la falta de trabajo social de concientización a aquellos sectores populares que encabezaron sin una dirección política, pero que trataron de coordinarse persistentemente para tratar de construir un camino común hacia la desestabilización de este sistema criminal, corrupto y explotador. Hemos sido parte responsable de no haber levantado una alternativa que profundizara las reivindicaciones de la lucha desatada. Es en este sentido que asumimos como parte del debate del campo revolucionario el deber de buscar los caminos unitarios que nos permitan forjar una alternativa para nuestra clase.

El 15 de noviembre del 2019 es una fecha infame para la lucha de nuestros pueblos, va más alla de un pacto electoral y un acuerdo amplio del bloque en el poder para consolidar una “nueva constitución”, tiene que ver fundamentalmente con una operación política de control social, la plena defensa de la república de la oligarquía,  que en las primeras semanas de la revuelta se vio amenazada por la movilización masiva de millones, pero que además avaló la violencia ejercida en días previos en todos los territorios, por eso este pacto con todo su itinerario: apruebo y rechazo, elección de constitucionales, elección presidencial, es de tan importancia para la elite como forma de volver a la normalidad en todos sus aspectos institucionales. Fue el plan desplegado por la casta para que la institucionalidad, que estaba en peligro, no solamente se pudiese mantener sino además fortalecer, por estas razones necesitaban una “Nueva Constitución” que pudiese dar señales, falsas por supuesto, de dejar en el pasado la “constitución de Pinochet”, un simbolismo sin sentido cuando el modelo capitalista neoliberal se mantiene intacto. Se hacía necesario un verdadero reordenamiento del comportamiento ciudadano, dentro de los márgenes que coloca el sistema para relacionarse entre si.

No era el plebiscito “Apruebo/Rechazo”, ni la “Convención Constitucional”, que en sencillas palabras es el cambio al simbolismo de la carta republicana, o sea de ser hecha por un dictador entre cuatro paredes, a ser diseñada en “Democracia” y por “votación popular”, el texto a votar ha sido incluso aprobado por los norteamericanos como una “Constitución que llama a la inversión extranjera”. Las elecciones presidenciales, con sus primeras y segundas vueltas, como el plan tramado de la burguesía en contra de los pueblos, es una conducta politica “geneticamente institucional”, en vez de levantar y reafirmar una fuerza popular que avance a formas revolucionarias de poder popular y que en un momento propicio,  producto de las mejores condiciones de conciencia que dejó la revuelta al movimiento social, se pueden ir avanzando en formas superiores de organización y unidad. En nuestra américa tenemos un ejemplo claro que una nueva “carta magna” no resuelve las graves consecuencias producto de la existencia del capital como lo central de la “vida”. En Colombia el año 1991, la constitución aprobada en el gobierno de Cesar Gaviria, y felicitada por todos los estamentos internacionales no resolvió la desigualdad, la miseria e incluso el paramilitarismo, ni los crímenes brutales de dirigentes sociales, y de los ciudadanos comunes y corriente, como fueron los 8000 asesinatos, producto de los llamados “falsos positivos”, condiciones que terminaron generando hace pocos meses atrás una revuelta social en el hermano país. Existe una vocación intrínseca a participar en todos los eventos electorales posibles y en todas la instancias engañosas que la institucionalidad lanza al camino. Existe una oculta institucionalidad genética, que se esconde tras la mentira que: “hay que hacer política en todas las trampas de la institucionalidad”, no importando los resultados, no importa no tener objetivos, no importa si los pueblos “salen para atrás en estas aventuras”. Es una búsqueda ciega de una luz, en la que cualquier ampolleta sirve. No solo es una crítica, es una autocrítica a nuestras incapacidades de la ausencia de proyecto y también al acomodo de unos pocos que valoran sus opciones personales por sobre la construcción de una nueva sociedad.

Esta lógica que durante largo tiempo ha sido parte del actuar del movimiento popular, han sido un freno para la misma lucha. Muchxs se han alejado de un modelo de construcción popular y revolucionario cayendo en manos de las operaciones por parte del enemigo logrando a reventarlas, desarticularlas o convertirlas en ONG que pueden manejar a su amaño, son una verdadera “burocracia social” a disposición de la implementación de la accion política socialdemócrata que solo contiene y no transforma.

El gobierno “gatopardista”de Boric y la unidad de la socialdemocracia en nuestro país:

Algunos consideraban que dentro de todo este plan habían caminos paralelos, no votar por Boric, pero trabajar a full por la Convención Constitucional o viceversa, siendo las dos parte del plan que se trazó el enemigo a partir del 15 de noviembre. Algunxs a toda costa tratan de convertir estas operaciones del enemigo en triunfos y se desesperan, o sino tratan de volver junto al enemigo a la normalidad burocrática que existía antes del 18 de octubre, ven triunfos donde el enemigo subliminalmente los institucionaliza, hacen de las fotografías institucionales como signo de lucha popular. Podríamos decir que caen en el plan del enemigo de normalizarlos. Las luchas institucionales sirven, si los pueblos salen favorecidos, acostumbrarse a la institucionalidad solo sirve para retrasar la lucha por los cambios, los clichés de que “debemos hacer política”, solo oculta la frustración de nuestras debilidades.

Se entiende el porque a unos meses de estar en el gobierno, Boric muestra su cara más brutal que contradice toda la subjetividad social donde lograron imponer esa cara de buena voluntad, en la misma sintonía con la que llegó la concertación el año 90 con la frase histórica “La alegría ya viene”, que ahora se convierte en el “Vivir Mejor”. Ya no les interesa seguir apostando a que “viene el fascismo, vota por mi”, el fascismo desapareció por arte de magia. En este gobierno el ministerio del interior ha sido el nido de los represores de la mejor estirpe concertacionista, la continuidad represiva de los 32 años, encargados de velar por la represión al movimiento social y popular. Los asesinatos a mapuche en el sur, como a periodistas populares, recordamos a Francisca Sandoval, baleada y que posteriormente falleció, en el contexto de la movilizacion del primero de mayo pasado, la aplicación del Estado de Excepción en la “macrozona sur”, las visitas rechazadas por las comunidades del Wallmapu a la ministra del interior que como patrona de fundo, trató de forzar el diálogo con carros policiales y militares. El incremento de fuerzas de Orden en la “Plaza Dignidad”, y la represión a las movilizaciones de estudiantes secundarios, como también el apoyo a los pacxs con su director a la cabeza, acusado de crímenes en la revuelta pasada y que arrastra la corrupción de lxs pacxs, hace poco salió otro escándalo de robos de fondos al interior de esta corrupta y criminal institución.

Su política de negarse a los retiros de los fondos previsionales, el de no perseguir la colusión en los productos básicos, como de servicios de primera necesidad que hasta ahora siguen subiendo de precio, favoreciendo al gran empresariado que lo aplaudió en el ultimo foro de los gremios. Como era de esperarse también su respaldo a las políticas norteamericanas, en atacar a naciones como Cuba, Venezuela y Nicaragua, su famoso aporte monetario a la Ucrania Nazi y sus compras de material represivo al estado sionista de Israel. Boric en este sentido sigue al pie de la letra los postulados del Foro de Sao Paolo, títere de la internacional Socialdemócrata en la región, y por sobre todo a la receta PODEMOS proveniente de España, o sea, un gatopardimo puro. Boric esta alineado al cien por ciento al imperialismo norteamericano, obediencia y sumisión total a sus políticas.

Los pueblos del mundo, sus luchas y el nuevo reacomodo geopolítico:

Los pueblos del mundo, con sus altos y bajos: se mantiene a nivel mundial un proceso de enfrentamiento, de reacomodo de las fuerzas predominantes en el planeta.

La injerencia imperialista única que ejercía los EEUU con sus aliados más cercanos, hablamos del Estado Sionista de Israel, la Union Europea, naciones sudamericanas como Colombia, los estados arabes walabistas como Arabia Saudita, Qatar, los Emiratos Arabes y sus aliados asiaticos como Corea del Sur, Japon han recibido los remezones de este nuevo reordenamiento del tablero mundial. En la actualidad las disputas entre estas naciones y las nuevas que poco a poco comienzan a ejercer una influencia fuerte en los conflictos se hacen mas evidentes y se convierten en puntos centrales para el analisis que debemos desarrollar para el actuar de nuestro proyecto revolucionario.

En los ultimos acontecimientos, el poderío de Rusia, la influencia por sobre todo económica, aunque en lo militar no queda atrás de China, que sumando a naciones que cada vez hacen política desde este sector como India, la Republica Islámica de Iran en el medio oriente, hacen ver a una alianza que dentro del ciclo económico siguen y seguiran siendo capitalistas, pero con algunos matices distintos a lo que es la receta neoliberal, recuperando algunos elementos de un estado desarrollista, las empresas binacionales, entre otras. Este nuevo mapa mundo coloca a nuestro planeta en una multiporalidad que incomoda el actuar gringo y de sus secuaces en las regiones del planeta en variados aspectos a considerar.

De igual manera, la solidaridad con los pueblos que luchan se debe a lo que ocurre en Donetsk y Lugansk, donde las fuerzas rojas que combaten al nazismo ucraniano, financiado por las potencias europeas y la propia Casa Blanca recordando la histórica “Guerra Patria”. La lucha histórica del Pueblo Palestino que día a día, sale a las calles a luchar por su derecho a vivir, su derecho a ser un pueblo, lo hacen en cojunto al naciente “Eje de la Resistencia”, hablamos de Iran, El Libano, Siria, Yemen e Irak, y que desde la solidaridad concreta y activa combaten al sionismo y las oligarquías saudi, o en el caso del Sahara Occidental, las fuerzas Polisarias que combaten a la monarquia Marroqui y su socio Estado Español, como también al interior de este, la fuerzas que estan dando la batalla por la autodeterminacion de Euskal Herria y sus organizaciones “Abertzales”, o sea, “Patrioticas”. Nuestra América no se queda atrás, Cuba socialista sigue resistiendo al bloqueo norteamericano, junto a la Venezuela Bolivariana, los ataques sufridos a Nicaragua, Bolivia, asumiendo las críticas a las direcciones de las organizaciones que encabezan los procesos de esos países y sus  burocracias instaladas que generan algunos retrocesos en las luchas de sus pueblos. Nuestra eterna solidaridad con la insurgencia colombiana manifestada en el Ejercito de Liberacion Nacional de Colombia (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Segunda Marquetalia y sus estructuras sociales como el Partido Comunista Clandestino y el movimiento por la nueva Colombia, como tambien con el Ejercito Popular del Paraguay (EPP).

En estos nuevos panoramas políticos, también ha llegado a nuestra américa, los procesos vacíos, gatopardistas que para nuestros análisis son solo el resultado de los postulados provenientes de la socialdemocracia europea, y recapitulados por Foros como el de Sao Paulo, en donde han logrado frutos para contener el avance de los pueblos. Se observa en Mexico con Lopez Obrador, en la segunda vuelta de Colombia con Petro, Argentina con Alberto Fernández, Lula que se encamina a ser el nuevo presidente de Brasil , en Peru con Pedro Castillo que comenzo como una carta popular pero al paso del tiempo saco su verdadera careta, la del reacomodo y pasividad con el gran capital.

Como Revolucionarios, Rodriguistas y comunistas que somos y que jamas debemos dejar en el baúl nuestros conceptos, porque en la actualidad y con todo lo que ocurre a nivel político, económico, social, medio ambiental y por sobre todo ideológico, se hace más evidente, se hace más necesario la sociedad comunista. Para lograr ese objetivo trascendental es importante generar y reconstruir la gran alianza latinoamericana de las fuerzas pro-insurgentes, tanto políticas como sociales, donde predomine la discusión, el análisis y la acción conjunta. En ese mismo sentido debemos acercarnos a entender y apoyar procesos como las luchas de oriente medio y sumar coordinaciones con ellos para disputar el poderío sionista en la región.

Tenemos una historia de lucha, una de las más bellas, que nuestrxs caídxs nos dejaron en cada página de valentia y sangre que dieron por un nuevo chile, ellos y ellas no lucharon para tener esto, ellos y ellas no entregaron sus vidas para vernos hoy día derrotados y en una marginalidad política. El Rodriguismo debe ser una fuerza política que aporte a la construcción del comunismo, no debe quedarse solo en libros, películas, series o relatos como algunos quieren o peor aún, algunxs esconden nuestra historia llevándola a niveles burocráticos e institucionales, no queda mucho tiempo, estamos como siempre a contrareloj, es un deber cabalgar hasta la victoria anhelada, por nuestra historia, nuestr@s martires y nuestros pueblos.

Miramos el horizonte por sobre los obstáculos que nos pone el camino, con optimismo revolucionario, mantenernos la firme convicción de que es posible transformar radicalmente la sociedad, mantenemos nuestra plena confianza en que la historia la hacen los humildes y sencillos, desde la pobla, la sala de clases y la pega.

 

 

Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez

 

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