Elrodriguista. 09 octubre 2020.
Miles de santiaguinos se tomaron la Plaza de la Dignidad a pocos días del 18 octubre, fecha de inicio de la revuelta social.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, lamentó el hecho; el Metro cerró las estaciones de la plaza y la Universidad Católica, Radio Bio Bio cifraba en 500 personas los asistentes y en La Moneda, el gobierno junto a Carabineros preparaban una ofensiva mediática para condenar la protesta y reafirmar la necesidad de fortalecer a la policía uniformada.
La masividad de las protestas, que se extendieron por todos los sectores aledaños a la plaza en un escenario muy parecido a las jornadas que se vieron en el sector en el 2019, muestra que octubre será muy distinto a lo que quiere el sistema y sus partidarios.
Distintos trascendidos dan cuenta de una enorme preocupación en la casta política que firmó el pacto del actual proceso constituyente para acabar con la revuelta social y canalizar las demandas sociales por la vía institucional donde los principales protagonistas sean los mismos políticos responsables de la calamidad que vive el país.
Este viernes y los hechos de la Plaza de la Dignidad muestran que el sectores importantes del pueblo, particularmente jóvenes que votaran en el plebiscito como aquellos que no votaran tienen claro que Chile cambiara si y solo si hay protestas sociales en las calles y que el proceso esta abierto en medio de la lucha social.
